lunes, 23 de agosto de 2010

Tú eres así


Hay gente que con tan sólo decir una palabra enciende la luz y los rosales,

que con sólo sonreír entre los ojos, nos invitan a viajar por otras zonas y nos

hacen recorrer toda la magia.

Hay gente que con sólo dar la mano rompe la soledad, pone la mesa,

sirve el ponche, coloca guirnaldas.

Hay gente que con sólo empuñar una armónica, hace una sinfonía entre casa.

Hay gente que con sólo abrir la boca, llega hasta los confines del alma,

alimenta una flor, inventa sueños, hace cantar al vino en las tinajas y se queda

después como si nada.

Y uno se va de amante con la Vida, desterrando una muerte solitaria

pues sabe que a la vuelta de la esquina...

Hay gente que es así...

¡Tan necesaria!

domingo, 1 de agosto de 2010

El ángel de Wurzer



Cada vez que muere una madre buena, entregada a sus hijos y familia, baja del cielo un ángel de Dios Nuestro Señor, toma en brazos el cuerpo yermo y, extendiendo sus grandes alas blancas, emprende el vuelo por encima de todos los lugares que ella amó y fue muy feliz, recogiendo a la vez un ramo de flores para ofrecerlas a Dios, con objeto de que luzcan allá arriba más hermosas aún que en el suelo. Nuestro Señor se aprieta contra el corazón todas aquellas flores, pero a la que más le gusta le da un beso, con lo cual ella adquiere voz y se convierte en la pequeña y dulce voz del hijo deudo.





He aquí lo que contaba un ángel de Dios Nuestro Señor mientras se llevaba al cielo a una madre y muerta; ella la escuchaba como entre sueños. Volaron por encima de los diferentes lugares donde ella había jugado, encontrado el amor, enseñado a sus hijos a compartir y ser felices en la compañía de otros niños. Pasaron por jardines de flores espléndidas.- ¿Cuál nos llevaremos para plantarla en el cielo? -preguntó el ángel.Crecía allí un magnífico y esbelto rosal, pero una mano perversa había tronchado el tronco, por lo que todas las ramas, cuajadas de grandes capullos semiabiertos, colgaban secas en todas direcciones.- ¡Pobre rosal! -exclamó tristemente la madre inerte-. Llévatelo; junto a Dios florecerá-.Y el ángel lo tomó delicadamente, dando un beso a la madre por sus palabras; y ella entreabrió los ojos. Recogieron luego muchas flores magníficas, pero también humildes ranúnculos y violetas silvestres.- Ya tenemos un buen ramillete -dijo la madre y el ángel asintió con la cabeza, pero no emprendió enseguida el vuelo hacia Dios. Era de noche, y reinaba un silencio absoluto. Ambos se quedaron en la gran ciudad, flotando en el aire por uno de sus angostos callejones, donde yacían montones de paja y cenizas; había habido mudanza: veíanse cascos de loza, pedazos de yeso, trapos y viejos sombreros, todo ello de aspecto muy poco atractivo.
Entre todos aquellos desperdicios, el ángel señaló los trozos de un tiesto roto; de éste se había desprendido un terrón, con las raíces, de una gran flor silvestre ya seca, que por eso alguien había arrojado a la calleja.- Vamos a llevárnosla -dijo el ángel-. Mientras volamos te contaré por qué.Remontaron el vuelo, y el ángel dio principio a su relato:- En aquel angosto callejón, en una baja bodega, vivía un pobre niño enfermo. Desde el día de su nacimiento estuvo en la mayor miseria; todo lo que pudo hacer en su vida fue cruzar su diminuto cuartucho sostenido en dos muletas; su felicidad no pasó de aquí. Algunos días de verano, unos rayos de sol entraban hasta la bodega, nada más que media horita, y entonces el pequeño se calentaba al sol y miraba cómo se transparentaba la sangre en sus flacos dedos, que mantenía levantados delante el rostro, diciendo: «Sí, hoy he podido salir».
Sabía del bosque y de sus bellísimos verdores primaverales, sólo porque el hijo del vecino le traía la primera rama de haya. Se la ponía sobre la cabeza y soñaba que se encontraba debajo del árbol, en cuya copa brillaba el sol y cantaban los pájaros.Un día de primavera, su vecinito le trajo también flores del campo, y, entre ellas venía casualmente una con la raíz; por eso la plantaron en una maceta, que colocaron junto a la cama, al lado de la ventana. Había plantado aquella flor una mano afortunada, pues, creció, sacó nuevas ramas y floreció cada año; para el muchacho enfermo fue el jardín más espléndido, su pequeño tesoro aquí en la Tierra. La regaba y cuidaba, preocupándose de que recibiese hasta el último de los rayos de sol que penetraban por la ventanilla; la propia flor formaba parte de sus sueños, pues para él florecía, para él esparcía su aroma y alegraba la vista; a ella se volvió en el momento de la muerte, cuando el Señor lo llamó a su seno. Lleva ya un año junto a Dios, y durante todo el año la plantita ha seguido en la ventana, olvidada y seca; por eso, cuando la mudanza, la arrojaron a la basura de la calle. Y ésta es la flor, la pobre florecilla marchita que hemos puesto en nuestro ramillete, pues ha proporcionado más alegría que la más bella del jardín de una reina.
- Pero, ¿cómo sabes todo esto? -preguntó la madre quien el ángel llevaba al cielo.- Lo sé -respondió el ángel-, porque yo fui aquel pobre niño enfermo que se sostenía sobre muletas. ¡Y bien conozco mi flor!La madre abrió de par en par los ojos y clavó la mirada en el rostro esplendoroso del ángel; y en el mismo momento se encontraron en el Cielo de Nuestro Señor, donde reina la alegría y la bienaventuranza.
Dios apretó a la madre muerta contra su corazón, y al instante le salieron a ella alas como a los demás ángeles, y con ellos se echó a volar, tomada de las manos. Nuestro Señor apretó también contra su pecho todas las flores, pero a la marchita silvestre la besó, infundiéndole voz, y ella rompió a cantar con el coro de angelitos, algunos muy de cerca otros formando círculos en torno a los primeros, círculos que se extienden hasta el infinito, pero todos rebosantes de felicidad. Bajó a la tierra y buscó a su hijo aún desconsolado por su partida, se introdujo a su corazón y desde ahí, ella le indica el camino, lo dirige suavemente hacia el destino que su hijo elige, lo mira de cerca, nunca se separa de su amado hijo, lo protege y lo llena de amor, aún cuando éste ya no crea mucho en él y se resista un poco. De noche, cuando él duerme, ella, convertida ahora en su ángel, acaricia suavemente sus cabellos y lo arrulla con cánticos celestiales, emanados de la flor marchita que Dios dio vida. Le platica al alma de su hijo lo feliz que está ella. También le dice que está orgullosa de tener un hijo como es él: inteligente, fuerte de espíritu, tenaz, bondadoso, crítico y un gran gladiador de la vida. El hijo no se da cuenta, pero todo el día su madre abraza su corazón, y por las noches, ella habla con él.
-Yo soy tu ángel, mi amor –susurra ella- No estás solo, nunca me he ido de tu lado; solamente que Dios me dio otra forma de cuidar tus pasos-.

Los cinco errores del hombre según Pitágoras


1) “PENSAR QUE OTROS NO PUEDEN SÓLO CUANDO TÚ NO PUEDES”

Cuando tratamos de sobresalir en nuestro trabajo, cuando queremos lograr algo, cuando podemos nosotros cortar el tiempo y poder ofrecer un producto servicio de mayor calidad en menos tiempo y no lo podemos lograr, no quiere decir que los demás no lo pueden lograr; o si alguien tiene una mejor casa o dinero que nosotros o tiene una posición gerencial o un puesto mas importante en la empresa, nada más porque nosotros no podemos, ¡¡¡claro que puedes!!!


2) “CREER QUE EL CRECIMIENTO VIENE A TRAVÉS DE APLASTAR A OTRAS PERSONAS”

Personas que dicen: “el que no tranza no avanza”. No es cierto, existe la ley del karma y el dharma esto es la ley de causa y efecto, buena acción buen resultado, mala acción mal resultado, no acción no resultado, pero nunca llegues a pensar que el crecimiento y el desarrollo del ser humano viene de aplastar a otras personas o utilizando a otros para lograr nuestro propósito en la vida. Recuerda, en la vida puedes lograr todo lo que tu quieres ayudando a lograr lo que ellos quieren. En otras palabras: si honestamente, sinceramente, íntegramente no creemos que podemos ayudar a los demás, no nos perjudiquemos, porque nos estamos creando un bumerang que tarde o temprano vendrá y nos va a dar un golpe certero en la cabeza. Nunca creceremos aplastando a los demás, por eso gente que se dedica a la política o en otras industrias, donde aplastan, pisan, humillan, engañan no les dura su “prosperidad y éxito”.


3) “EVITAR EL PULIMENTO DE TU MENTE A TRAVÉS DEL CONOCIMIENTO A DIARIO”

¿Cuántos libros al año lees?, ¿cuántos cursos estudias por año?, ¿cuántas horas de capacitación recibes mensualmente para continuar con el pulimento de tu mente y seas una persona más inteligente. Recuerda: si a diario no estoy adquiriendo conocimiento, entonces a diario no me estoy volviendo más inteligente, sólo me estoy volviendo más………viej@.


4) “EVITAR DEJAR ATRÁS EL PASADO CONFUNDIENDO EL PRESENTE Y ARRUINANDO EL FUTURO” Olvídate de los rencores, odios; eso le llamamos contrapesos, no seas neci@, déjalos atrás, recuerda la frase: “Corrige al sabio y será mas sabio, pero corrige al necio y te lo echarás de enemigo”. Se un sabio y no vivas con rencores que es una información mal enfocada que lleva a la destrucción de otras personas, pero lo mas importante es que el rencor a quien más destruye es a ti mismo. El rencor es un cáncer en el alma que te hace pudrirte dentro de ti.


5) “CONDENAR A LOS QUE NO VIVEN O PIENSAN COMO TU”

Tenemos la costumbre de etiquetar a los demás, si no trabajan o se entregan a su trabajo como deberían entonces son tontos, mediocres o conformistas. Deja de etiquetar a los demás, aquí viene la teoría de “Yo estoy bien, Tú estás bien”. Para que el mundo esté bien yo debo de comprender que yo estoy bien, si otros no quieren trabajar, prosperar, evolucionar o hacer las cosas bien hechas, entonces son personas que viven su vida como ellos quieren pero no están mal, el hecho de que tu aceptes que todos los demás están bien porque así quieren estar entonces quiere decir que tu estás bien, entonces no condenemos a los demás porque no trabajan, no tratan a sus familias, porque no hacen las cosas como nosotros quisiéramos, déjalos, tu simplemente se feliz y acepta. "Yo estoy bien porque ellos están bien”.

Serenata intimidatoria

Lo Importante Que Es Saber Idiomas